Guadalajara, Jalisco.- Detenido por dos retenes del crimen organizado en la zona de Jalisco con límites del estado de Zacatecas, fue lo que el cardenal de Guadalajara, Francisco Robles, aseguró haber vivido la semana pasada.
“También fui detenido por dos retenes y obvio que son retenes del crimen organizado y le exigen a uno decir de dónde viene y a dónde va, a qué se dedican, qué hace, o sea es como lo más normal”, admitió, “están establecidos esos retenes ahí con armas largas”.
Tras la misa dominical en la Catedral de Guadalajara, el cardenal informó en rueda de prensa que los hechos ocurridos al obispo Sigifredo Noriega de Zacatecas son “el pan de cada día”: “es muy lamentable el clima de violencia que se percibe en aumento”.
Respecto al asesinato de los dos sacerdotes de la orden jesuita en Urique, Chihuaha, Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar refirió que no estaban en el lugar equivocado y por azar estuvieron frente a un enfrentamiento: “estaban en su espacio, en su lugar de trabajo y de servicio, no los confundieron, ahí los mataron”, agregó.
Además, refirió que los retenes a los que fue sometido lo viven todas y todos los ciudadanos en general “yo no pido privilegios porque soy cardenal, a todos los que pasan les hacen lo mismo […] todo lo que sufre o está expuesto un ciudadano, también nosotros”, explicó.
“Lo que yo digo es ¿por qué?, con qué autoridad un grupo del crimen organizado te obstruye, te detiene, y te investiga”, cuestionó luego de asegurar que las autoridades tienen que brindar seguridad a las y los ciudadanos: “tienen en primerísimo lugar dar protección a la integridad de su vida, integridad de sus personas e integridad de sus bienes”.
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Agregó, sin especificar las comunidades por seguridad, que en ciertas zonas al realizar “ferias del pueblo” se tiene que pedir permiso al encargado de “la plaza” y este le autoriza al sacerdote pidiéndole el 50 por ciento del resultado de la celebración.
